domingo, 25 de agosto de 2013

32 - Segundos


Las noches ya no lucen tan claras con la indómita luz de la luna. Entonces me siento a esperar al sol, aunque transcurran horas. Las mismas que con el pasar del tiempo se recuerdan como unos simples segundos.

Y es que la vida son solo segundos.
Y paso de la oscuridad a la luz... y de la luz nuevamente a la oscuridad en un ciclo eterno.
Y en un segundo aprendí miles de cosas.
Y en un segundo me enseñaron otras tantas.
Y otras tantas las olvidé... y otras tantas las recordé demasiado tarde.

Pero siempre llega la noche otra vez, y con ella la oscuridad. Y mientras la Luna parece estar solo cuando quiere, aprendo a caminar en su ausencia. Y me abrazo a la oscuridad para no temerle más, esperando la nueva llegada de esa bola blanca, inerte e irreverente.

Y la extraño a ratos... Sobretodo cuando la soledad y la inmensa oscuridad del cielo se apodera de mi propio universo.

Y cuando quedo exhausto, con el corazón desgastado y mi alma expuesta, entonces contemplo las infinitas estrellas que cientos de veces intenté contar... y el cielo se me viene encima en mi vano intento de encontrar las respuestas...

Y sé que pronto llegará el sol, como sucedió todos y cada uno de los días de mi vida.

Todo ha transcurrido en tan solo unos segundos...

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