Sus últimas palabras: "Ya no pienses... descansa, verás que los primeros rayos del sol de mañana podrán iluminar tu camino otra vez... quizá en una dirección distinta, muy lejos del mío... y quién sabe, más allá nos volvamos a encontrar". Acto seguido emprendió su camino para detenerse un poco más allá. La noche sería larga y oscura. El temor se apoderó de su corazón...
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